Libro: Enamorate de ti.
Autor: Walter Riso.
País: Italia.
Editorial: Columna.
Libro dirigido a explotar mas nuestra autoestima, a enamorarnos de nosotros mismos como dice el título, cosa que no solemos hacer en parte por la educación recibida.
El libro comienza con una cita de Rabindranath Tagore que ilustra muy bien el objetivo del libro. Está estructurado en cuatro grandes objetivos que forman parte de sus capítulos: Hacia un buen autoconcepto, hacia una buena autoimagen, hacia un buen autorefuerzo y hacia una buena autoeficiencia.
Ya en la introducción habla claramente de que esta reconociendo sin vergüenza ni temor las fortalezas y las virtudes que tenemos, integrandolas al dasarrollo de nuestra vida y vaciarlas hacia nosotros de manera afectiva y compasiva. Ser amigo de uno mismo es el primer paso hacia una buena autoestima. Si la autoestima no tiene suficiente fuerza, viviremos malamente, seremos infelices y padeceremos ansiedad.
En el capítulo introductoria que lleva el mismo título del libro, habla de las claves de una buena autoestima que son entre otras: incrementar las emociones positivas, conseguir niveles de más eficiencia en las tareas que se emprenden, relacionarse mejor con las personas, estimar a la pareja y a los amigos mas tranquilamente y ser una persona más independiente y autónoma.
Nombra también los cuatro pilares de la autoestima a los cuales dedica los siguientes capítulos que son: Autoconcepto (que piensas de ti mismo), Autoimagen (que opinión tienes de tu aspecto), Autorefuerzo (en que medida te premias y te gratificas) y autoeficacia (cuanta confianza tienes en ti mismo).
Los capítulos dedicados a estos cuatro pilares comienzan con citas de personajes como Hegel, Josh Billings, John Mansfield y Franklin Delano Roosevelt. El autoconcepto de uno mismo es esencial. Los que no se estiman a ellos mismos han aprendido a culparse de todo aquello que hacen mal y a dudar de su propio esfuerzo cuando hacen las cosas bien. No se tiene que ser tan duro con uno mismo.
En el capítulo del autoconcepto habla de la excesiva autocrítica que nos hacemos a nosotros mismos y que acaba bloqueandonos psicológicamente, muchas veces por querer ser el mejor y ganar. Cuanto más se hace del ganar un valor, más destinado se estará a perder.
Cambiar no es fácil ya que a veces cuanta con el rechazo del grupo de referencia. No se tiene que tener miedo de revisar, cambiar o modificar los hechos si son fuente de padecimiento. Ser flexible y revisarse a uno mismo es una virtud de los individuos emocionalmente inteligentes. Las personas muy estrictas con ellas mismas se colocan una camisa de fuerza para no volverse locas y el resultado suele ser el desajuste psicológico.
Acaba el capítulo dando unos consejos para salvar el autoconcepto como: intentar ser más flexible con uno mismo y los otros, revisar los hechos y las posibilidades reales de conseguirlos, no ver en uno mismo no solo que es malo, no pensar mal de uno mismo, estimarse tanto tiempo como se pueda, intentar aproximarse al yo ideal y aprender a perder.
La aceptación de nuestro cuerpo está muy ligada a los parámetros establecidos en la sociedad como un símbolo de belleza. Por esta razón solemos avergonzarnos por aspectos físicos sin importancia. Lo mas saludable es decidir cual es nuestro concepto de belleza.
Lo mas importante no es ser guapo, sino agradarse uno mismo. La belleza es una actitud. Si te sientes guapo, lo eres, y eso es lo que trasmitirás a los otros, pero si aceptas el modelo de belleza que te imponen desde fuera, acabaras pensando que eres horrible. Tu cuerpo y la manera con que lo adornas, tienen que agradarte primero a ti. Vístete según tu criterio.
Acaba el capítulo aconsejando como mejorar la autoimangen, como intentar definir los propios criterios sobre lo que es bello o estético, descartar la perfección física y los criterios estrictos, descubrir y destacar las cosas que agrandan de uno mismo, transmitir la propia autoimagen, el aspecto físico es so,o un componente de la autoimagen, no magnificar lo que no nos agrada, siempre habrá alguno dispuesto a estimarnos y no hacer comparación injusta.
Normalmente disponemos de tiempo para nosotros mismos y no para el resto de personas. Conductas como pensar, soñar, tener fantasías, dormir, meditar o mirar por mirar se consideran una manera de malgastar la vida. Ir con el freno de mano puesto las veinticuatro horas del dia, intentando ser prudente, adecuado, conveniente y sensato nos llevará al adormilamiento efectivo y la apatía absoluta por las cosas que podría aproximarnos a una vida más llena.
Una filosofía hedonista implica un estilo de vida orientado a la búsqueda del disfrute y sacar provecho a las cosas que nos envuelven. Si no es nocivo para ti ni para los otros, puedes hacer lo que quieras.
La exploración es uno de los componentes que más garantiza el desarrollo inteligente y emocional de nuestra especie. Explorar es ejercer la curiosidad. Explorar, ir a una búsqueda de la vida y dejarse absolver por ella abren puertas que estaban cerradas a los sentidos y al conocimiento y nos permite topar con una realidad insospechada.
Cuando lo que es cotidiano se vuelve demasiado usual y puedes prevenir tu futuro immediato hasta el más pequeño detalle, alguna cosa va mal. Preocupate porque la obsesión está rondando. Los bloqueos en la capacidad de sentir son otro factor que interfiere en un estilo de vida placentero. Si bien los sentimientos pueden tener un canal propio de reconocimiento y traducción, también pueden verse obstaculizados o facilitados por la influencia de nuestros pensamientos.
La capacidad de sentir la vida, en el sentido más amplio de la palabra, no es una enfermedad ante la cual tenemos que crear inmunidades: es salud física y mental. Puedes sentir el que te de la gana si no violas los derechos de otras personas, si no te hace mal y si eso te hace feliz.
Habla de las creencias irracionales que nos impiden felicitarnos como no me lo merezco, era mi deber y autocontagiarse es de mal gusto. También habla de los elogios externos que nos pueden convertir en autoelogios como, elogios personales, elogios dirigidos a características de personas y elogios dirigidos a características de personas en que el elogiador se involucra.
A veces nos hundimos tanto en el padecimiento que llegamos a considerar que esto es nuestro estado natural. Aceptamos convivir con cosas que no queremos o que nos disgustan. Ahorrar cueste lo que cuesto nos hace acumular cosas estúpidas y eso nos hace vivir como un pobre.
Habla de cultos que pueden convertirse en represas como el culto a la habituación, el culto a la racionalización, el culto al autocontrol y el culto a la modestia. Acaba el capítulo hablando de las acciones que nos haran mejorar el autoesfuerzo como conseguir tiempo para disfrutar, decidirse a vivir hedonisticamente, no racionalizar tanto las emociones agradables, activar el autoelogio y ponerlo a funcionar, ser modesto pero sin exagerar, complacerse a uno mismo y luchar contra la represión psicológica y afectiva.
En la confianza y la convicción de que es posible conseguir los resultados esperados se le dice autoeficacia. Si no se cree en uno mismo se entrará en un circulo vicioso de mal pronóstico: los retos personales seran pobres, se evitara hacer frente a los problemas, se desertara al primer obstáculo que se interponga y se perderá autoexigencia.
La autoeficacia es una opinión afectiva de uno mismo. Los factores relacionados con la poca confianza con uno mismo son la percepción de que ya no se puede hacer nada, el punto de control interno y los estilos de atribucion.
Como los anteriores capítulos acaba este dedicado a la autoeficacia, dando unas pautas para vencer la baja autoeficacia como eliminar el no soy capaz, no ser pesimista, no ser fatalista, intentar ser realista, no recordar solo el que es malo, revisar les nuestros hechos y ponerse a probar y arriesgarse
El libro acaba con un epílogo donde se recuerda a modo de resumen todo lo tratado para sentirnos mejor y estimarnos más.